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Las cortinas de lamas verticales son una opción moderna, funcional y estética para regular la entrada de luz y mantener la privacidad en el hogar o en oficinas. Sin embargo, como ocurre con las persianas de cualquier tipo, requieren una limpieza periódica para conservar su apariencia y prolongar su vida útil. Con unos cuidados sencillos y un correcto mantenimiento de persianas, se puede evitar la acumulación de polvo, manchas o malos olores que afectan tanto a la estética como al ambiente del espacio.
El secreto para conservar las cortinas verticales como nuevas está en la limpieza regular y el mantenimiento preventivo. Se recomienda pasar un plumero o un paño seco al menos una vez por semana para retirar el polvo superficial. También es conveniente revisar los mecanismos de giro y los rieles, aplicando ocasionalmente un poco de lubricante específico para asegurar un movimiento fluido.
Además, al igual que ocurre con las persianas exteriores, evitar la exposición continua al sol directo o a la humedad excesiva ayudará a prevenir el desgaste del material. En el caso de las persianas interiores, mantener una ventilación adecuada en la habitación reducirá la acumulación de polvo y humedad.
Para una limpieza más profunda, lo ideal es usar productos suaves y no abrasivos. Se puede preparar una mezcla de agua tibia con unas gotas de jabón neutro y, con la ayuda de un paño húmedo o una esponja, limpiar cuidadosamente cada lama. Es importante secarlas después con un paño seco para evitar marcas de agua.
En las persianas de lamas verticales de tela, conviene consultar las recomendaciones del fabricante, ya que algunos materiales admiten limpieza con aspiradora (utilizando el accesorio de cepillo) o lavado en seco. Las lamas de PVC o aluminio, en cambio, se limpian fácilmente con un paño húmedo.
La frecuencia de limpieza depende del entorno y del uso. En zonas con mucho polvo o en estancias donde se cocina o se fuma, es recomendable limpiar las cortinas cada dos o tres semanas. En ambientes más limpios, una limpieza mensual puede ser suficiente.
De forma general, una limpieza profunda cada seis meses y un mantenimiento ligero semanal garantizan que las persianas verticales se mantengan en perfecto estado durante años.
Una de las ventajas de las cortinas de lamas verticales es que pueden limpiarse sin necesidad de desmontarlas. Solo hay que seguir unos pasos sencillos:
Este método es rápido y práctico, ideal para el día a día o para espacios donde desmontar las lamas no es viable.
Cuando las lamas están muy sucias o manchadas, puede ser necesario lavarlas completamente. En el caso de las persianas de lamas verticales, muchas pueden retirarse y lavarse a mano con agua fría y jabón neutro.
Las persianas exteriores o las de materiales plásticos o metálicos pueden limpiarse con agua y jabón, utilizando una esponja suave o un cepillo de cerdas finas. Luego deben enjuagarse bien y dejarse secar completamente antes de volver a colocarlas.
Mantener limpias las cortinas de lamas verticales no solo mejora la estética del espacio, sino que también ayuda a prolongar su vida útil. Con una rutina de limpieza sencilla y un buen mantenimiento de persianas, podrás disfrutar de un ambiente más limpio, ordenado y confortable tanto en interiores como en exteriores.