Cómo limpiar la cuerda de la persiana

Cómo limpiar la cuerda de la persiana

Con el paso del tiempo, es común que la cinta de persiana acumule suciedad, polvo e incluso grasa, sobre todo si la ventana se encuentra cerca de la cocina o se mantiene abierta a menudo. Este elemento, aunque pequeño, cumple una función esencial en el mecanismo de subida y bajada de la persiana, y su limpieza no solo mejora la estética, sino que también ayuda a alargar la vida útil del sistema.

Ya se trate de persianas enrollables, persianas alicantinas u otros tipos de sistemas, mantener la cinta de persiana en buen estado es clave para garantizar su funcionamiento adecuado. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber para limpiar la cuerda correctamente, de manera segura y efectiva.

¿Por qué se ensucian las cuerdas de persianas?

Las cuerdas de las persianas están en contacto continuo con las manos, el aire exterior y el polvo ambiental. Cada vez que subimos o bajamos la persiana, nuestras manos transfieren pequeñas partículas de grasa, sudor o restos de productos que se acumulan poco a poco en la superficie de la cuerda.

Además, si la ventana permanece abierta con frecuencia, la cuerda queda expuesta al polvo, a la humedad, a los contaminantes del aire y, en zonas urbanas, incluso al hollín. Con el tiempo, esto provoca un aspecto ennegrecido, pegajoso o amarillento.

En cocinas o estancias con alta humedad, la cinta de la persiana puede ensuciarse más rápido por la acumulación de grasa o vapores. En estos casos, una limpieza periódica resulta fundamental para evitar que se deteriore o incluso que llegue a romperse, obligando a realizar un mantenimiento más complejo, como cambiar el recogedor de una persiana.

Productos y materiales de limpieza recomendados

Para limpiar la cuerda de la persiana de manera segura, es importante usar productos suaves que no deterioren las fibras del material. Estos son algunos materiales recomendados:

  • Agua tibia
  • Jabón neutro o lavavajillas suave
  • Vinagre blanco (opcional, para suciedad incrustada)
  • Cepillo de dientes viejo o cepillo pequeño de cerdas suaves
  • Paño de microfibra
  • Guantes (para proteger tus manos)
  • Cinta adhesiva o pinzas para inmovilizar la cuerda (opcional)

Evita el uso de productos abrasivos, lejía o detergentes muy concentrados, ya que podrían debilitar la cuerda o afectar su color y resistencia.

Técnica paso a paso para limpiar las cuerdas

Limpiar la cuerda no es complicado, pero conviene hacerlo con cierta técnica para no dañar el sistema ni dejar restos de humedad. Aquí te dejamos una guía paso a paso:

  1. Baja completamente la persiana: Antes de comenzar, asegúrate de bajar la persiana hasta el final. Esto facilitará el acceso a la cuerda y evitará que se mueva durante la limpieza.
  2. Inmoviliza la cuerda: Para trabajar con mayor comodidad, puedes inmovilizar la cuerda con una pinza, cinta adhesiva o sujetándola en el punto más bajo del recogedor. Así evitarás que se deslice mientras la limpias.
  3. Humedece el paño con agua jabonosa: Prepara una solución con agua tibia y un poco de jabón neutro o lavavajillas. Humedece ligeramente un paño de microfibra (sin empaparlo) y pásalo firmemente sobre la cuerda, de arriba a abajo.
  4. Usa un cepillo para la suciedad difícil: Si hay manchas oscuras o suciedad acumulada, utiliza un cepillo de dientes viejo para frotar suavemente. Puedes mojarlo en la misma solución jabonosa o añadir unas gotas de vinagre blanco si necesitas un extra de limpieza.
  5. Seca con otro paño limpio: Una vez que hayas terminado de limpiar, pasa un paño seco para eliminar el exceso de humedad. Es importante no dejar la cuerda mojada, ya que la humedad puede filtrarse dentro del recogedor y oxidar las partes metálicas.
  6. Repite el proceso si es necesario: Si después de una pasada la cuerda sigue mostrando signos de suciedad, puedes repetir el proceso. No es recomendable frotar con demasiada fuerza, especialmente si se trata de una cuerda antigua.

Con esta técnica sencilla y cuidadosa, podrás mantener las cuerdas de tus persianas limpias y en buen estado durante más tiempo. Una buena limpieza no solo mejora la estética, sino que también prolonga la vida útil del sistema, evitando atascos y el desgaste prematuro. Dedicar unos minutos a este mantenimiento te ahorrará problemas futuros.

Consejos para evitar que se ensucien rápido

Una limpieza ocasional puede no ser suficiente si las condiciones del entorno favorecen la acumulación de suciedad. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para mantener la cinta de persiana limpia durante más tiempo:

  • Lávate las manos antes de manipular la cuerda, especialmente después de cocinar o manipular productos grasos.
  • Ventila con sentido común: evita dejar la ventana abierta en días de viento o cuando hay mucha polución exterior.
  • Limpia el marco de la ventana y la propia persiana enrollable de forma regular, para evitar que el polvo acabe acumulándose en la cuerda.
  • Protege la cuerda con una funda o revestimiento si está muy expuesta.
  • En zonas muy húmedas, puedes considerar el uso de persianas alicantinas, que al tener una estructura diferente, requieren menos contacto con cuerdas expuestas.

También es recomendable hacer un pequeño mantenimiento preventivo cada cierto tiempo. Si notas que la cuerda se ve deshilachada o que el sistema de recogida no funciona bien, podría ser momento de revisar el estado del recogedor. En ese caso, puedes plantearte cómo cambiar el recogedor de una persiana, aunque no es una tarea urgente si la limpieza es regular.

Limpiar la cuerda de la persiana no es una tarea complicada, pero sí necesaria si queremos mantener el sistema en buen estado y evitar que se deteriore prematuramente. Ya se trate de persianas enrollables, persianas alicantinas o modelos tradicionales, un mantenimiento regular garantiza su durabilidad y funcionamiento suave.

Utilizando productos suaves y técnicas sencillas, puedes devolverle a la cuerda su aspecto original, evitar la acumulación de suciedad y contribuir a un ambiente más higiénico en casa. 

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