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El ruido al accionar una persiana enrollable es uno de los síntomas más comunes de desgaste o falta de mantenimiento. Bien sean persianas de PVC, de aluminio o de madera, el sistema interno depende de un equilibrio entre lamas, guías, eje y rodamientos. Cuando alguno de estos elementos empieza a deteriorarse, aparecen crujidos, chirridos, roces o pequeños golpes repetitivos durante el movimiento.
La fricción entre lamas seca o sin lubricación, las guías de persianas sucias, los flejes desgastados o incluso un desequilibrio en el eje pueden generar ruidos que, aunque no siempre indican una avería grave, sí afectan al confort y pueden empeorar con el tiempo. Otros factores como la acumulación de polvo dentro del cajón, la deformación de lamas por el sol o pequeños desniveles en la instalación también contribuyen a que la persiana no se desplace suavemente.
El ruido puede surgir en distintos puntos del sistema. Los elementos que más frecuentemente provocan molestias son:
En la mayoría de los casos, el ruido puede reducirse significativamente con acciones sencillas de mantenimiento:
Todas estas soluciones se pueden aplicar sin tener que sustituir la persiana completa, y suelen prolongar significativamente la vida útil del sistema.
Aunque muchas tareas de mantenimiento pueden hacerse en casa, hay situaciones en las que es mejor acudir a un técnico:
● Cuando los rodamientos de persianas están completamente dañados y requieren reemplazo.
● Si el eje está torcido, oxidado o no gira correctamente.
● Si varias lamas están rotas, desencajadas o no suben alineadas.
● Cuando la persiana se queda atascada repetidamente.
● Si los recambios de persianas que necesitas son estructurales, como soportes o ejes, que requieren desmontaje del cajón.
● Cuando existe riesgo de que la persiana se caiga o se salga de las guías.
Un profesional puede detectar fallos que pasan desapercibidos y garantizar que la persiana vuelve a funcionar sin ruidos y con mayor durabilidad.
La motorización mejora mucho la suavidad del movimiento, pero no elimina el ruido al 100% si el origen está en las guías, lamas o rodamientos. Un motor no corrige piezas desgastadas; simplemente automatiza el movimiento.
Eso sí, tiene ventajas claras:
● Movimiento más uniforme, sin tirones.
● Menos golpes bruscos y vibraciones.
● Menor desgaste de las piezas internas.
En persianas enrollables modernas, motorizar puede reducir gran parte del ruido, pero siempre será necesario revisar y mantener correctamente elementos como guías, lamas y rodamientos. Si estos están en buen estado, la motorización sí puede proporcionar un funcionamiento casi silencioso.